En la dinámica del comercio internacional, la inversión extranjera es muy importante para que las naciones puedan vender su producción, conseguir financiación para impulsar su crecimiento, así como alcanzar el incremento de su productividad, la eficiencia de la economía y el desarrollo tecnológico.
En este contexto, en el escenario actual, mientras las inversiones extranjeras directas cayeron en el mundo un 12%, en América Latina y el Caribe (ALC) esta inversión presentó incremento del 51%, alcanzando los 208 mil millones de dólares, de acuerdo con datos del más reciente Informe Anual de la Conferencia de Naciones Unidas. Esta cifra histórica fue producto del incremento de la demanda global de materias primas, especialmente en minerales esenciales.
Además, según la CEPAL los países que recibieron el mayor flujo de inversiones en términos absolutos en la región fueron Brasil con un 41% y México con 17%, seguido de Chile con el 9%, Colombia 8% y Argentina con el 7%. Asimismo, el organismo destaca que cerca de la mitad de estos recursos se destinaron a empresas que ya operaban en los países.
Este positivo balance se debió principalmente a que América Latina y el Caribe (ALC) ofreció alternativas para las cadenas de suministro afectadas por la guerra, se mantuvo atractivo para los inversionistas extranjeros especialmente en los sectores de servicios, recursos naturales y manufacturas. Además, las ganancias obtenidas por varias empresas extranjeras que se quedaron en la región incrementando el capital de las empresas, que además se vieron beneficiadas con el pago de menos impuestos y el acceso al crédito.
Retos que se deben asumir
América Latina y el Caribe están conformado por una serie de países tan diversos como ricos, que ofrecen una amplia y variada gama de oportunidades en sectores de manufacturas relacionadas con la industria de la salud, la agroindustria, el turismo sostenible y las energías renovables, además de poseer enormes reservas de minerales críticos.
Con el objetivo de potencializar las oportunidades de inversión en América Latina y el Caribe, la OCDE invita a los países miembros de la región a implementar una nueva agenda de inversiones para impulsar el crecimiento, generar más empleos formales y avanzar hacia un desarrollo más sostenible. Par alcanzarlo, el organismo hace énfasis en 3 puntos:
- Trabajar en la mejora del clima de negocios e inversión, así como la administración pública para generar regulaciones eficientes y una mayor transparencia e integridad.
- Fomentar sectores estratégicos clave que tengan importantes oportunidades de crecimiento, que generen empleo como por ejemplo la agricultura y sistemas de alimentos sostenibles, las energías renovables y salud y la economía del cuidado.
- Direccionar la inversión hacia la infraestructura de telecomunicaciones, agua, transporte sostenible y energías limpias.
Asimismo, tanto la Comisión Europea y la CAF enfatizan que para alcanzar el éxito de esta nueva agenda de inversiones en necesario apoyarse en la formulación de unas políticas encaminadas a promover la transformación productiva, mejorar la financiación y el capital humano. En este sentido es importante conseguir estos tres grandes objetivos:
- Alinear esta agenda de inversiones con las políticas de desarrollo productivo, a través de cercana colaboración entre los sectores público y privado, la academia, tanto a nivel nacional como local.
- Optimizar el financiamiento de la inversión mejorando la orientación del gasto público, para lo cual es indispensable establecer unos marcos fiscales robustos, focalizar la ayuda bancaría regional para patrocinar el desarrollo de las pequeñas y medianas empresa, entre otros.
- Fortalecer la protección social y las iniciativas en materia de educación y capacitación para incentivar nuevas inversiones y con ello poder generar empleo formal con un talento humano bien preparado.
Por lo anterior, el crecimiento en la inversión extranjera directa del 51% en la región, demuestra el compromiso de los países de implementar planes de acción tendientes a dar respuesta a los retos y sugerencias de la OCDE y demás entes multilaterales interesados en el progreso económico de la región.
Una región clave para friendshoring
América Latina y el Caribe (ALC), cuentan con un enorme potencial en el sector de la deslocalización cercana, donde a través de la inversión extranjera directa se puede gestionar el desarrollo necesario en capacidades, inversión, infraestructura y las reformas de políticas comerciales.
Adicionalmente, el World Economic Forum destaca que la red energética de la región es increíblemente verde, ya que más del 50% de su energía es producida mediante fuentes renovables, lo que la convierte en un nuevo punto estratégico para el friendshoring y le permite competir con China en las exportaciones, debido a su gran dependencia del carbón y que van en contra de los lineamientos de la Unión Europea de fronteras cada vez más libres de carbono.
De esta manera, vemos que la región se perfila como el nuevo centro para inversionistas y empresarios extranjeros interesados invertir en sus rentables sectores productivos o en friendshoring, lo que lo convertiría en un actor estratégico en las cadenas de producción y suministros del mundo. Consulte a nuestros asesores para encontrar las mejores oportunidades para hacer negocios.