República Dominicana

Estabilidad macroeconómica, seguridad jurídica, infraestructura moderna y una red de acuerdos comerciales que conecta con Estados Unidos, Centroamérica y la Unión Europea, República Dominicana se posiciona como el destino líder en atracción de capital en el Caribe. Solo el año pasado, el país atrajo más de US$4.7mil millones en inversión extranjera, principalmente en turismo, energía y zonas francas, consolidándose como el principal receptor de IED de la región. Su fórmula combina crecimiento, diversificación productiva y una agresiva política de incentivos para sectores estratégicos como nearshoring, servicios corporativos, manufactura avanzada y transición energética.

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PERFIL DE REPÚBLICA DOMINICANA

Descripción panorama económico del país

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República Dominicana se ha consolidado como uno de los destinos más atractivos para la inversión extranjera en América Latina y el Caribe. Su modelo combina crecimiento económico sostenido, estabilidad macrofinanciera, apertura comercial, ubicación geoestratégica y un marco jurídico favorable a los negocios. Gracias a su red de acuerdos comerciales, el país ofrece acceso preferencial a mercados clave como Norteamérica (USMCA/T-MEC), el Caribe, Centroamérica y la Unión Europea a través del Acuerdo de Asociación Económica (EPA), posicionándose como plataforma estratégica de exportación y hub logístico, industrial, turístico y de servicios globales.

Sa política de atracción de capital extranjero se apoya en zonas francas altamente competitivas, incentivos fiscales, infraestructura portuaria y aeroportuaria de primer nivel, así como en un entorno institucional que impulsa la inversión. Además, la tendencia global hacia el nearshoring, el desarrollo de manufactura avanzada y el fortalecimiento de los servicios corporativos han consolidado al país como destino clave para sectores como turismo premium, energía, telecomunicaciones, construcción, agroexportaciones y servicios tecnológicos.

República Dominicana no solo representa un mercado de 11,2 millones de habitantes, sino una puerta de entrada a más de 900 millones de consumidores bajo regímenes preferenciales. Con una visión orientada a la diversificación productiva, la sostenibilidad y la integración global, el país avanza hacia un modelo económico más sofisticado y competitivo.

La economía dominicana continúa destacándose en el Caribe por su dinamismo y resiliencia. En 2024, registró un crecimiento cercano al 5,0% según el Banco Mundial, impulsado por la fortaleza del consumo interno, la inversión en infraestructura y el dinamismo del sector servicios, particularmente turismo y construcción. Para 2025, el Banco Central estima una expansión moderada en torno al 2,5%, con expectativas de aceleración en el segundo semestre gracias a políticas de estímulo monetario, medidas de liquidez y reorientación del gasto público.

En el frente externo, la cuenta corriente mostró una mejora progresiva en 2024, con un déficit sostenible y cubierto principalmente por remesas e inversión extranjera directa. El Fondo Monetario Internacional (FMI) proyecta que el país crecerá cerca del 3,0% en 2025, destacando la solidez de sus fundamentos macroeconómicos y la adecuada capacidad de respuesta de la política pública ante factores externos.

Desde el ámbito fiscal, las autoridades han implementado estímulos selectivos para sostener la inversión en infraestructura, programas sociales y mejora de los servicios públicos, procurando mantener al mismo tiempo la disciplina presupuestaria y la sostenibilidad de la deuda.

La inversión extranjera directa alcanzó niveles históricos en 2024, con flujos que superaron los US$4.500 millones, y las proyecciones oficiales para 2025 oscilan entre US$4.700 millones y US$5.000 millones. Los sectores más dinámicos son turismo, energía, telecomunicaciones y zonas francas, con múltiples proyectos de expansión y modernización.

En materia comercial, Estados Unidos se mantiene como principal socio estratégico tanto en exportaciones como importaciones. También sobresalen los vínculos con la Unión Europea y con Suiza, especialmente por las exportaciones de joyería, piedras preciosas, cacao, instrumentos médicos y productos agroindustriales con alto valor agregado.

PERFIL DE REPÚBLICA DOMINICANA

Por qué invertir en República Dominicana

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Capital Humano: fuerza laboral dinámica, joven y cada vez más calificada

República Dominicana se consolida como uno de los mercados laborales más dinámicos del Caribe, con una fuerza laboral superior a los 5.1 millones de personas y una creciente formalización del empleo. En 2024, el país alcanzó una tasa de empleo histórica del 62.8 %, mientras que el desempleo abierto se redujo a cerca del 5 %, reflejo de una economía en expansión, estabilidad del mercado laboral y mejores condiciones para los inversionistas.

El capital humano dominicano se caracteriza por ser joven, adaptable y con creciente nivel de capacitación, lo que favorece la instalación de industrias que requieren mano de obra productiva y fácilmente entrenable. La cobertura educativa básica supera el 90 % en primaria y se mantiene arriba del 70 % en secundaria, mientras que la alfabetización alcanza el 94 %. Esto ofrece una base sólida para procesos de formación técnica y profesional, especialmente en sectores como manufactura avanzada, servicios empresariales, BPO, turismo, logística, agroindustria y tecnologías de la información.

Al mismo tiempo, el país avanza hacia un ecosistema laboral más formal y sostenible, impulsado por políticas públicas orientadas a mejorar la calidad del empleo, la profesionalización y la educación técnica. República Dominicana está fortaleciendo sus institutos de formación laboral, promoviendo alianzas público-privadas para capacitar en competencias digitales, bilingüismo y habilidades técnicas, lo que permite atender la demanda de sectores de alto valor agregado como dispositivos médicos, software, servicios tercerizados y manufactura para exportación.

El crecimiento del empleo formal ha tenido además un efecto social relevante: ha impulsado el aumento de la clase media, mejorando la estabilidad social y fortaleciendo el mercado interno, un elemento que los inversionistas valoran como indicador de sostenibilidad económica.

En un contexto global marcado por la relocalización productiva y la búsqueda de destinos competitivos para nearshoring, República Dominicana ofrece una combinación estratégica: mano de obra amplia, de costo competitivo, joven, con bases educativas sólidas y capacidad de rápida capacitación, apoyada por políticas activas de empleo y formación.

El capital humano se ha convertido así en uno de los activos más atractivos del país para inversionistas que buscan eficiencia, estabilidad y condiciones favorables para establecer operaciones productivas y de servicios para exportación.


Ubicación estratégica: República Dominicana como plataforma regional de negocios

La ubicación de República Dominicana es uno de sus activos geoeconómicos más poderosos. Situada en el corazón del Caribe, en la ruta natural que conecta América del Norte, Centroamérica, Sudamérica y Europa, el país se ha convertido en un punto clave para el comercio internacional, la logística y la inversión extranjera. Su posición insular permite articular operaciones comerciales en múltiples direcciones, facilitando el acceso a más de 900 millones de consumidores con condiciones preferenciales.

Esta ventaja geográfica se complementa con una infraestructura logística altamente desarrollada. República Dominicana cuenta con ocho aeropuertos internacionales y una de las redes portuarias más modernas del Caribe, incluyendo el Puerto Multimodal Caucedo y el Puerto Río Haina, hubs estratégicos para el tránsito de carga marítima entre América y Europa. Empresas globales los utilizan como centros de redistribución regional, apoyadas por zonas francas y servicios integrados de almacenamiento, transformación y reexportación.

El país también destaca como centro de operaciones para el nearshoring y la manufactura avanzada. Proximidad a Estados Unidos, conectividad con mercados europeos y una red de acuerdos comerciales, como el DR-CAFTA, EPA y tratados bilaterales, posicionan a República Dominicana como puente ideal para cadenas de suministro más cortas, eficientes y resistentes. Desde este punto, empresas internacionales pueden producir, ensamblar, transformar o redistribuir bienes hacia varios mercados con menores costos logísticos y tiempos de entrega competitivos.

La combinación de ubicación, conectividad, servicios logísticos, zonas francas y acceso preferencial a mercados convierte a República Dominicana en un hub operativo estratégico, con potencial para atraer inversiones en sectores como manufactura, distribución, e-commerce, servicios corporativos, energía y turismo de alto valor.

En un mundo donde la rapidez, la eficiencia y la resiliencia de las cadenas de suministro definen la competitividad, República Dominicana ofrece algo más que una ventaja geográfica: ofrece una plataforma de negocios global.


Marco legal y regulatorio

La República Dominicana ofrece uno de los entornos jurídicos más favorables para la inversión extranjera en el Caribe y América Latina. La Ley 16-95 establece las bases de apertura y protección, garantizando a los inversionistas internacionales los mismos derechos que a los nacionales, incluyendo libre repatriación de capitales, acceso a incentivos fiscales y seguridad jurídica para el desarrollo de proyectos en la mayoría de los sectores productivos.

El país ha fortalecido su institucionalidad para facilitar la instalación y operación de empresas. Organismos como ProDominicana, ONAPI (Oficina Nacional de la Propiedad Industrial) y la DGII (Dirección General de Impuestos Internos) actúan como ventanillas clave en procesos de registro, protección de propiedad intelectual, trámites fiscales y acompañamiento al inversionista, contribuyendo a mejorar el clima de negocios y reducir tiempos administrativos.

Aunque el principio general es de libre participación extranjera, existen sectores estratégicos, como concesiones mineras, infraestructura crítica, telecomunicaciones, energía o áreas relacionadas con la seguridad nacional, que pueden requerir licencias o autorizaciones especiales. Estas limitaciones son excepcionales y se enmarcan en políticas de interés público y seguridad estatal.

En materia internacional, República Dominicana se beneficia de una sólida red de acuerdos comerciales y tratados de libre comercio, especialmente con Estados Unidos (DR-CAFTA), Centroamérica, CARICOM y la Unión Europea (EPA). Estos instrumentos fortalecen la competitividad de las zonas francas, facilitan el acceso a mercados globales y posicionan al país como plataforma exportadora de manufactura, agroindustria y servicios.

Para los inversionistas, existen regímenes especiales como el de Zonas Francas, Régimen de Cine (Ley 108-10), turismo (Ley 158-01), energía renovable (Ley 57-07) y el Régimen de Fideicomisos, que ofrecen incentivos tributarios, estabilidad fiscal y facilidades para grandes proyectos.

Si bien el país mantiene un entorno legal atractivo, se recomienda realizar un due diligence sectorial para asegurar el cumplimiento regulatorio, optimizar el acceso a beneficios fiscales y aprovechar plenamente las oportunidades dentro del marco jurídico dominicano.

Comercio exterior y bloques económicos: República Dominicana como plataforma exportadora y nodo regional

República Dominicana se ha consolidado como un actor relevante en el comercio internacional gracias a su red de acuerdos comerciales, su régimen de zonas francas y una creciente diversificación de productos exportados. Su participación activa en el DR-CAFTA, CARICOM, el Acuerdo de Asociación Económica con la Unión Europea (EPA) y otros convenios bilaterales le permite acceder con condiciones preferenciales a los principales mercados globales, posicionándola como plataforma estratégica para manufactura, servicios y reexportaciones.

El desempeño exportador del país refleja la fortaleza de su modelo productivo. De acuerdo con el Anuario de Comercio Exterior, entre enero y noviembre de 2024, las exportaciones bajo el régimen de zonas francas alcanzaron los US$7.974 millones, lo que representa un crecimiento del 7,1% frente al mismo período del año anterior. Este sector sigue siendo uno de los pilares del comercio exterior dominicano, impulsado por industrias intensivas en tecnología, manufactura avanzada y procesamiento de bienes de alto valor agregado. 

Principales productos exportados:

Piedras preciosas, metales y joyería: US$2.300 millones, aproximadamente 18% del total exportado.

Instrumentos ópticos, técnicos y aparatos médicos: US$1.920 millones, consolidando al país como hub regional de manufactura médica y dispositivos de salud.

Tabaco manufacturado (cigarros premium): alrededor de US$1.340 millones, manteniendo liderazgo mundial en cigarros de alta gama.

Equipos eléctricos y electrónicos: cerca de US$1.200 millones, reflejando el crecimiento de la manufactura tecnológica dentro de zonas francas.


Socios comerciales estratégicos

Estados Unidos es el principal socio comercial, tanto en exportaciones como en importaciones, debido a la proximidad geográfica, los vínculos histórico-comerciales y los beneficios del acuerdo DR-CAFTA. Le siguen Suiza, con un fuerte intercambio en joyería y piedras preciosas, y países de Europa y América Latina con los que el país mantiene relaciones comerciales crecientes y complementarias, especialmente en agroindustria, farmacéuticos, textiles y manufacturas ligeras.

Además de su inserción comercial, República Dominicana está fortaleciendo su posición como hub logístico regional, facilitando operaciones de distribución, reexportación y manufactura para mercados de Norteamérica, Europa y América Latina.

Infraestructura y conectividad: la base de una economía preparada para competir globalmente

La República Dominicana avanza con determinación hacia la consolidación de un ecosistema logístico, energético y digital capaz de sostener operaciones globales. Lejos de ser solo un destino turístico, el país está construyendo una plataforma de infraestructura moderna que lo posiciona como hub regional para exportaciones, manufactura avanzada, servicios globales y economía digital.

Uno de los hitos más relevantes es la expansión estratégica del Puerto de Caucedo, uno de los más modernos del Caribe. En 2025, el país firmó un acuerdo por US$760 millones con DP World para ampliar su terminal portuaria y su zona franca logística. Esta inversión no solo incrementará la capacidad operativa y tecnológica del puerto, sino que también refuerza la ambición nacional de convertirse en el principal centro de distribución comercial del Caribe y puerta de entrada a América Latina.

En materia de conectividad terrestre, el Banco Interamericano de Desarrollo (BID) aprobó un préstamo de US$140 millones para modernizar la infraestructura vial en zonas rurales. Esta mejora beneficiará a más de 430.000 personas, facilitando el acceso a mercados, impulsando la productividad agrícola y fortaleciendo el tejido productivo nacional. Se trata de un paso crucial para integrar la economía rural a las cadenas de valor y promover la inclusión territorial.

En el sector energético, el país avanza hacia la eficiencia y la estabilidad del sistema. Con una inversión de US$505 millones financiada por el Banco Mundial, se están rehabilitando más de 1.342 kilómetros de líneas de transmisión, modernizando sistemas de medición y reduciendo pérdidas en la red eléctrica. Este proyecto es clave para garantizar un suministro más confiable, competitivo y atractivo para la inversión industrial y tecnológica.

En conjunto, estas iniciativas configuran una infraestructura que impulsa la movilidad, la logística, la seguridad energética y la transformación digital del país. La República Dominicana está construyendo los cimientos para un entorno ideal donde empresas exportadoras, parques industriales, zonas francas, centros de servicios compartidos y plataformas digitales puedan operar con eficiencia, escala regional y acceso preferencial a múltiples mercados.

Estabilidad política e institucional

La República Dominicana se ha consolidado como una de las economías políticamente más estables del Caribe y Centroamérica, con un sistema democrático funcional, instituciones públicas en proceso de modernización y un marco normativo que promueve la inversión privada y la seguridad jurídica. El país ha mantenido estabilidad macroeconómica, continuidad en políticas públicas y una transición ordenada de gobiernos, factores que fortalecen la confianza de inversionistas y organismos multilaterales.

El Estado ha impulsado reformas orientadas a mejorar la transparencia, la gestión del gasto público y la digitalización de servicios gubernamentales, lo que ha incrementado la eficiencia institucional y reducido tiempos en trámites comerciales y de inversión. La Ley de Alianzas Público-Privadas (APP), la Ley de Fomento de la Inversión y la Estrategia Nacional de Desarrollo 2030 son ejemplos de la alineación entre visión de largo plazo, apertura económica y fortalecimiento del clima de negocios.

La estabilidad política del país también se refleja en su activa participación en organismos internacionales como la Organización Mundial del Comercio (OMC), el Banco Interamericano de Desarrollo (BID) y el Sistema de Integración Centroamericana (SICA), además de su liderazgo en la región como hub turístico, logístico y financiero. Esta combinación de gobernabilidad, apertura institucional y planificación estratégica ha sido clave para que la República Dominicana se posicione como uno de los destinos más atractivos para la inversión extranjera directa en América Latina y el Caribe.

La infraestructura ya no es solo soporte, es una estrategia y República Dominicana la está utilizando para posicionarse como un actor clave en las cadenas globales de suministro y servicios.

 


 

 

Principales impuestos

A continuación podrá encontrar algunos de los principales impuestos de República Dominicana, si desea conocer al detalle la información tributaria del país puede descargar nuestra App Global Taxes. 

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27%

Tasa de impuesto de sociedades

27%

Impuestos sobre ganancias de capital y dividendos

3%

Impuestos sucesiones

27%

Impuestos donaciones

16% al 18%

Impuesto al valor agregado / IVA

0% al 25%

Impuestos Sobre la Renta de las Personas Física

18%

Impuesto a la Transferencia de Bienes Industrializados y Servicios

10% al 20%

Impuesto Selectivo al Consumo Impuesto (ISC)

16%

Impuesto sobre Hidrocarburos

0% al 20%

Impuestos a la Importación

17%

Impuestos sobre el Uso de Bienes y Licencias

Sectores de interés y oportunidades de mercado

Estos son los sectores que ofrecen más oportunidades de inversión en el país y que cuentan con el respaldo del gobierno para su desarrollo. 

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Turismo, hospitalidad y bienes raíces premium

El turismo no solo es la cara más visible de la República Dominicana, sino uno de los pilares estratégicos de su economía. En 2024, el país alcanzó un récord histórico de 11,19 millones de visitantes internacionales, integrados por 8,4 millones de turistas que llegaron por vía aérea y 2,79 millones de cruceristas. Esta cifra, la más alta registrada en la historia nacional, no solo consolida a la República Dominicana como el principal destino turístico del Caribe, sino que evidencia una evolución estructural del sector: el país transita desde un modelo tradicional de sol y playa hacia propuestas premium, sostenibles y de alto valor agregado, impulsadas por inversiones hoteleras, turismo inmobiliario, experiencias culturales y ecoturismo. El impacto económico es contundente, solo en el primer trimestre de 2024, el turismo generó US$3.192 millones en divisas, según fuentes oficiales. Pero su efecto va mucho más allá de los hoteles y resorts: beneficia a toda una cadena de valor que incluye restaurantes, operadores de transporte, comercios, proveedores agrícolas, guías turísticos y servicios especializados, consolidándose como un generador clave de empleo, inversión y derrame productivo.

Uno de los cambios más significativos ha sido la diversificación del modelo turístico. La República Dominicana está ganando terreno en segmentos de hospitalidad premium, turismo de bienestar (wellness), turismo inmobiliario, experiencias culturales, ecoturismo y turismo de reuniones y eventos (MICE). El turismo marítimo también vive un auge: en 2024, el país recibió más de 2,6 millones de cruceristas, impulsando el desarrollo de puertos, marinas, comercios y servicios complementarios.

Además, la estadía promedio de los visitantes alcanzó 8,06 noches, una señal clara de un turista que consume más, permanece más tiempo y demanda servicios sofisticados: desde salud y bienestar hasta experiencias gastronómicas, culturales e inmobiliarias. Esta tendencia abre nuevas oportunidades en bienes raíces premium, residencias vacacionales, branded residences y desarrollos turísticos integrados.

El turismo también está siendo un catalizador para la transformación económica. Forma parte del auge del sector servicios, que hoy incluye también tecnología, BPO, servicios corporativos, financieros e inmobiliarios. Esta convergencia está posicionando al país como un ecosistema competitivo y diversificado de servicios globales, permitiendo atraer inversión extranjera más allá del turismo tradicional.

En definitiva, la República Dominicana ha dejado de ser solo un destino turístico. Hoy es un centro de hospitalidad, inversión inmobiliaria y servicios globales, con un sector turístico sofisticado, resiliente y en permanente evolución.

Entre las principales oportunidades para inversionistas internacionales están:

Resorts premium, wellness y ecoturismo: hoteles boutique, spas, lodges ecológicos y centros de bienestar en destinos estratégicos como Miches, Samaná o la península de Samaná.

Infraestructura para convenciones y cruceros: modernas marinas, centros de convenciones y terminales portuarias para cruceros para atender a turistas de alto gasto y organizadores de eventos.

Real estate turístico y modelos híbridos: inversión en bienes raíces vinculados al turismo, como desarrollos mixtos con hoteles, viviendas para vacacionar y espacio para trabajo remoto (coworking).

Servicios complementarios de alto valor: alojamiento, servicios premium como wellness, actividades culturales, tours experienciales, gastronomía de autor y eventos corporativos (MICE). 

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Agricultura: motor estratégico, plataforma de exportación y nuevas oportunidades de inversión

La agricultura en República Dominicana, aunque ha reducido su peso relativo frente al avance de sectores como turismo, servicios y manufactura, sigue siendo un pilar estructural de la economía nacional y una fuente clave de diversificación productiva. Con suelos fértiles, disponibilidad de agua, diversidad climática y ubicación geográfica privilegiada, el país ha construido un sistema agropecuario capaz de abastecer el mercado interno, generar empleo rural e impulsar una creciente vocación exportadora.

En 2024, el sector agropecuario, que incluye agricultura, ganadería, silvicultura y pesca aportó cerca del 4.45 % al PIB nacional, con un valor agregado superior a los US$5,500 millones. Aunque su participación porcentual es menor frente a décadas anteriores, su desempeño muestra resiliencia y adaptación, con un aumento sostenido en productividad, tecnificación y comercio exterior.

República Dominicana produce una amplia cesta de alimentos tropicales que son altamente demandados en mercados internacionales. Entre los productos más relevantes se encuentran el banano, aguacate, mango, cacao, piña, café y vegetales frescos, junto con rubros tradicionales como caña de azúcar y tabaco. Estados Unidos, Europa, Canadá, Haití y mercados emergentes como India figuran entre los principales destinos de exportación. Solo en 2024, las exportaciones agropecuarias superaron los US$3,000 millones, reflejando un posicionamiento sólido y creciente en cadenas globales de valor.

Además de la producción agrícola, el país cuenta con un sector ganadero y pesquero en expansión, con crecimientos sostenidos en carne, lácteos, huevos y acuicultura. Esta diversidad agroalimentaria contribuye no solo a la seguridad alimentaria nacional sino también a la oferta para los sectores turístico y hotelero, que representan una demanda interna estratégica y constante.

Oportunidades para inversionistas

La combinación de condiciones naturales, estabilidad macroeconómica y cercanía geográfica a grandes mercados, especialmente Estados Unidos, abre oportunidades atractivas para inversionistas nacionales y extranjeros. Las áreas con mayor potencial incluyen:

Agroexportación especializada: frutas tropicales, productos frescos, cacao premium, agricultura orgánica y cultivos de nicho con certificación internacional.

Agroindustria y valor agregado: procesamiento de frutas, vegetales, cacao, café y productos gourmet para exportar con mayor margen comercial.

Tecnificación agrícola y agricultura sostenible: innovación en sistemas de riego inteligente, agricultura protegida, trazabilidad, calidad e inocuidad alimentaria.

Logística, almacenamiento y cadena de frío: inversión en infraestructura que potencie la competitividad exportadora y reduzca pérdidas postcosecha.

Producción para el turismo y la hotelería: abastecimiento local para un sector que recibe más de 10 millones de turistas al año, con alta demanda de productos frescos, sostenibles y certificados.

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Servicios globales y TIC: el nuevo motor de diversificación y competitividad

República Dominicana está emergiendo como un destino estratégico para la inversión en servicios globales y tecnologías de la información (TIC), impulsado por una combinación de talento joven y bilingüe, costos competitivos, infraestructura digital en expansión y una posición geográfica privilegiada para operar como plataforma nearshore hacia Estados Unidos y América Latina.

El sector servicios representa hoy cerca del 60% del PIB nacional, y dentro de él, los servicios globales, outsourcing tecnológico y soluciones digitales se posicionan como una de las áreas de mayor crecimiento. De acuerdo con la IFC, más de 62 empresas de BPO y KPO operan desde zonas francas dominicanas, generando alrededor de 29.000 empleos directos, principalmente en Santo Domingo, Santiago y San Pedro de Macorís. Esta base consolidada crea condiciones favorables para escalar hacia servicios más especializados, como análisis de datos, finanzas, desarrollo de software y operaciones remotas para empresas regionales y globales.

El ecosistema digital también está en expansión. La penetración de internet supera el 90% de la población, facilitando operaciones remotas, plataformas digitales y servicios tecnológicos. Según Statista, el mercado dominicano de servicios de TI generará más de US$737 millones en 2025, y el segmento de outsourcing tecnológico (ITO) alcanzará cerca de US$260 millones, impulsado por la demanda de soluciones en cloud computing, ciberseguridad, soporte técnico y automatización empresarial.

Este crecimiento está acompañado por una mayor demanda de capital humano especializado. La necesidad de perfiles en programación data analytics, inteligencia artificial, automatización y servicios financieros compartidos abre oportunidades para establecer centros de capacitación, academias tecnológicas y alianzas universidad–empresa, un elemento clave para garantizar la sostenibilidad del sector.

Entre las principales Oportunidades de inversión que ofrece el sector están:

  • Centros BPO/KPO escalables para servicios financieros, back-office, soporte TI y atención bilingüe.
  • Hubs de desarrollo de software y soluciones tecnológicas nearshore para Estados Unidos y América Latina.
  • Plataformas fintech, pagos digitales, insurtech y servicios financieros globales.
  • Outsourcing de infraestructura tecnológica (cloud, data centers, ciberseguridad, BPaaS).
  • Inversiones en formación técnica, academias digitales y certificaciones especializadas.

 

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Minería: motor estratégico de inversión, exportaciones y diversificación económica

República Dominicana ha consolidado su sector minero como uno de los pilares estratégicos de su economía, no solo por su histórico rol en la generación de divisas, sino también por su creciente capacidad para atraer inversión, impulsar las exportaciones y apoyar la diversificación productiva del país. Gracias a su perfil geológico, el país es hoy el segundo mayor depósito de oro de América y uno de los principales productores regionales de plata, cobre, zinc, ferroníquel y minerales industriales.

El dinamismo reciente confirma este potencial. Entre enero y julio de 2025, la actividad minera aportó más de RD$ 20.000 millones a la economía, y las exportaciones del sector superaron los US$ 1.043 millones en el primer semestre del año, con un crecimiento interanual del 42 %. La minería también se ha convertido en un fuerte imán de capitales: solo en el primer semestre de 2025, atrajo US$ 419 millones en inversión extranjera directa, un incremento de más del 400 % frente al año anterior. Este comportamiento sitúa al sector como uno de los más atractivos para capitales globales, tanto en extracción como en transformación.

La diversidad mineral es otra fortaleza competitiva. El país no solo cuenta con importantes reservas de metales preciosos, como oro y plata, sino también con minerales industriales como mármol, piedra caliza, yeso, arcilla y áridos para la construcción. Además, República Dominicana es la única nación del mundo con yacimientos naturales de larimar y posee las mayores reservas de ámbar azul, dos gemas semipreciosas altamente valoradas en los mercados internacionales.

El potencial minero va más allá de la extracción. Están surgiendo oportunidades en procesamiento y agregación de valor, como plantas de refinación, producción de materiales de construcción y transformación industrial de minerales, lo que abre paso a inversiones de largo plazo, articuladas con zonas francas, manufactura y construcción. Asimismo, la creciente demanda global por minerales estratégicos refuerza el atractivo del país como proveedor confiable en cadenas internacionales de suministro.

La modernización del marco regulatorio, iniciativas de transparencia (como la adhesión al EITI) y los recientes avances en sostenibilidad y formalización de operaciones también están fortaleciendo la confianza del inversionista internacional. Todo ello posiciona a la minería dominicana como un sector clave no solo para la generación de riqueza, sino para la construcción de un modelo económico más diversificado, competitivo y conectado con los mercados globales.

En un entorno internacional marcado por la alta demanda de metales y minerales estratégicos, República Dominicana emerge como un destino atractivo, confiable y competitivo para la inversión minera a gran escala, con oportunidades que abarcan desde la exploración y explotación hasta la transformación industrial y la exportación premium. Entre las principales oportunidades de negocio están:

  • Exploración y explotación de minerales metálicos estratégicos
  • Desarrollo de minerales semipreciosos con alto valor agregado
  • Procesamiento y transformación industrial
  • Servicios especializados para la operación minera
  • Financiamiento, sostenibilidad y minería responsable
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Energía y transición energética: un sector en transformación con oportunidades estratégicas

La República Dominicana está dando pasos firmes hacia una transición energética que combina sostenibilidad, seguridad y competitividad. El país ha comenzado a transformar su matriz, apostando por energías renovables, gas natural y tecnologías más eficientes, con el objetivo de reducir su dependencia del fuel oil y el carbón, ambos costosos y ambientalmente intensivos.

Al cierre de 2024, la capacidad instalada de energías renovables superó los 1,400 MW, según datos oficiales del Ministerio de Energía y Minas y la Comisión Nacional de Energía. Esta expansión ha sido impulsada, principalmente, por proyectos solares, eólicos y de biomasa, que hoy representan cerca del 20% de la capacidad instalada del país y continúan en crecimiento. Esta diversificación abre un nuevo escenario para inversionistas interesados tanto en la generación como en soluciones energéticas corporativas.

Paralelamente, la República Dominicana impulsa proyectos gas-to-power, una apuesta clave para sustituir combustibles más contaminantes y mejorar la eficiencia del sistema. Uno de los hitos recientes es el acuerdo firmado por TotalEnergies, que proveerá gas natural licuado (LNG) durante 15 años para alimentar una planta de ciclo combinado de 470 MW, en línea con la Estrategia Nacional de Transición Energética.

La combinación de renovables, gas natural y sistemas de almacenamiento está generando un entorno propicio para el desarrollo de modelos híbridos, contratos PPA corporativos, microrredes industriales y soluciones de eficiencia energética, especialmente para zonas francas, parques industriales, sectores manufactureros y grandes consumidores. Entre las principales oportunidades de inversión que ofrece el sector están:

  • Desarrollo y financiación de parques solares, eólicos y de biomasa, con incentivos fiscales y garantías legales bajo la Ley 57-07 de Energías Renovables.
  • Proyectos gas-to-power y plantas de ciclo combinado, aprovechando la creciente infraestructura de LNG en puertos estratégicos como Andrés y Manzanillo.
  • Almacenamiento energético (BESS) y tecnologías de gestión de la demanda, clave para la estabilidad del sistema y la integración de renovables.
  • PPAs corporativos y energía distribuida dirigidos a empresas de manufactura, zonas francas, hoteles y centros de servicios globales.
  • Consultoría, digitalización y eficiencia energética industrial, con enfoque en IoT, smart grids y automatización para grandes consumidores.
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Hub Estratégico de Manufactura, Servicios y Nearshoring en el Caribe

La República Dominicana se consolida como un polo estratégico para la manufactura y los servicios en el Caribe, combinando ubicación geográfica privilegiada, estabilidad macroeconómica y un entorno altamente competitivo para los negocios. Gracias a su cercanía con Estados Unidos y su red de acuerdos comerciales, el país se ha posicionado como una plataforma eficiente para la exportación de bienes y servicios hacia los principales mercados globales, especialmente Norteamérica y Europa

Uno de los motores más dinámicos de este posicionamiento es el régimen de zonas francas, considerado uno de los más atractivos de la región por su estructura de incentivos fiscales, estabilidad jurídica y capacidad logística. De acuerdo con ProDominicana, el país cuenta actualmente con 75 parques de zonas francas, donde operan 695 empresas, que generan aproximadamente 176.000 empleos directos. Estas compañías se especializan en sectores de alto valor, como manufactura de dispositivos médicos, productos farmacéuticos, tabaco y derivados, confecciones y textiles, servicios BPO, call centers, logística y soluciones tecnológicas, convirtiendo al país en un hub regional para la industria médica y para operaciones de servicios globales.

El atractivo del país no solo radica en los incentivos fiscales, sino también en la evolución de su capital humano, la infraestructura eficiente de puertos y aeropuertos, y su creciente apuesta por la innovación y la digitalización. Las empresas extranjeras encuentran en la República Dominicana un ecosistema propicio para establecer centros de producción, operaciones de nearshoring y servicios especializados orientados a mercados internacionales.

En este contexto, la República Dominicana emerge como un destino estratégico para la expansión empresarial, ideal para proyectos de manufactura avanzada, cadenas de suministro regionales, exportación de servicios y desarrollo de industrias creativas y tecnológicas. Una economía que evoluciona, diversifica y se posiciona, no solo como destino turístico, sino como plataforma de negocios global. Entre las principales oportunidades de negocio están:

  • Manufactura de alto valor para exportación
  • Servicios globales y economía del conocimiento
  • Energías renovables y sostenibilidad industrial
  • Nearshoring y relocalización industrial

 

 

 

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Construcción un sector estratégico en expansión

El sector construcción en la República Dominicana se ha consolidado como uno de los principales motores de la economía nacional, impulsado por la inversión extranjera, la demanda turística y el crecimiento urbano. Según datos del Banco Central, la Inversión Extranjera Directa (IED) acumulada en el sector inmobiliario ha alcanzado US$4.109,7 millones durante las últimas dos décadas, reflejando un desempeño sostenido y la confianza de los inversionistas internacionales en la estabilidad y potencial del mercado dominicano.

Actualmente, el dinamismo del sector se centra en el desarrollo de proyectos residenciales de mediano y bajo costo, así como en infraestructura comercial, hotelera y turística, especialmente en polos como Punta Cana, Santo Domingo, Puerto Plata, Bayahíbe y Samaná. Esta expansión ha generado un efecto multiplicador que beneficia a sectores vinculados como la industria de materiales de construcción, servicios de ingeniería, arquitectura, diseño, gestión de proyectos y soluciones tecnológicas para construcción sostenible.

El país avanza hacia modelos más sofisticados, incorporando tendencias como infraestructura sostenible, construcción inteligente, desarrollos de lujo, vivienda asequible y soluciones de uso mixto (residencial-comercial-turístico). Esto fortalece el posicionamiento del país como un destino atractivo tanto para inversionistas inmobiliarios como para desarrolladores internacionales interesados en proyectos turísticos, residenciales, logísticos e industriales.

En síntesis, el sector construcción en República Dominicana atraviesa una etapa de expansión sostenida, con oportunidades para inversiones inmobiliarias, alianzas público-privadas en infraestructura y participación en cadenas de suministro regionales. Su crecimiento no solo impulsa el empleo y la inversión, sino que también se integra a la estrategia nacional de desarrollo económico y posicionamiento como hub regional. Entre las principales oportunidades de inversión están:

  • Vivienda residencial: asequible, media y premium
  • Infraestructura turística y hotelera
  • Infraestructura comercial y uso mixto
  • Infraestructura logística e industrial
  • Construcción sostenible y Smart Cities

Nuestros asesores en República Dominicana

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Russin, Vecchi & Heredia Bonetti

Es una firma internacional fundada en 1969, pionera en la práctica del derecho de los negocios en República Dominicana, que cuenta con una visión global de la práctica del derecho, comprometida con la excelencia en el servicio, la innovación y los más altos estándares éticos. 

Republica Dominicana - Magallanes Herrera

Magallanes Herrera & Asociados

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