El comercio electrónico mundial, especialmente el transfronterizo, está creciendo a pasos agigantados. Sin embargo, en América Latina y el Caribe podría reducirse su dinamismo en los próximos años sino se superan ciertos obstáculos para mejorar su insersión en el mercado.
El comercio digital trasfronterizo se refiere a todas aquellas transacciones en el exterior realizadas electrónicamente, habilitadas por plataformas virtuales o con entrega digital del producto o servicio. El éxito mundial de este tipo de comercio se debe a los excelentes beneficios que aporta tanto a empresas como a consumidores: reducción de costos de transporte y tiempos de entrega, logística, transferencia de datos, acceso a mayores ofertas y mercados, entre otros.
Según el reciente informe anual de la CEPAL "Perspectivas del Comercio Internacional de América Latina y el Caribe 2018", el comercio electrónico transfronterizo en América Latina y el Caribe ha estado creciendo durante los últimos años debido a la demanda de productos y servicios importados. Sin embargo, este incremento no se refleja en el área de exportación de productos mediante este medio digital. Por esta razón, la continuidad del crecimiento del comercio transfronterizo dependerá de la superación de diversos obstáculos que requieren de políticas tanto regionales como nacionales.
Dominio del comercio digital en América Latina
Aunque existen importantes empresas de comercio electrónico entre negocios y consumidores (B2C) en Latinoamérica y el Caribe de origen local, las que dominan el mercado son principalmente extranjeras.
En un estudio de mercado realizado en 9 países de América Latina (Argentina, Brasil, Chile, Colombia Ecuador, Méixco, Paraguay, Perú y Uruguay) se concluyó que "las empresas exportadoras que compran y venden en línea exportan a más mercados que aquellas que no lo hacen. Quienes venden en línea están más diversificados en sus mercados de exportación, ya que el 49% de las empresas encuestadas que venden en línea exportan a tres o más mercados, en comparación con el 12% de quienes solo comercian de forma tradicional."
Promoción del mercado transfronterizo en Latinoamérica y el Caribe
Para que las empresas y los consumidores se incorporen definitivamente en el comercio electrónico transfronterizo es vital que la región trabaje en cinco áreas:
1. Impulso del mercado digital regional
Para comenzar, es necesario mejorar el estudio y recolección de datos de mayor cantidad y calidad para su posterior comparación y evaluación entre países. Además, es imprescindible la generación de condiciones legales y técnicas que favorezcan el intercambio electrónico de datos relacionados con el comercio y la promoción de una mayor confianza en los consumidores, mejorando la ciberseguridad y la protección al consumidor.
2. Promoción y simplificación del financiamiento para el comercio
Las PYMES exportadoras enfrentan diversos obstáculos para acceder al financiamiento para el comercio de los bancos tradicionales. Debido a ello, la digitalización y las finanzas alternativas son una opción que puede contribuir a la reducción del problema. Por ejemplo, soluciones experimentales basadas en blockchains e inteligencia artificial han arrojado resultados prometedores en términos de reducción de costos administrativos.
Para los países de América Latina y el Caribe resulta clave exhortar a los bancos a digitalizarse para incrementar su eficiencia, avanzar en la interoperabilidad y en el ecosistema del comercio.
El financiamiento para pequeñas empresas podría proceder tanto como del sector bancario como de plataformas de pago en línea. Actualmente, el sector FinTech está generando un enorme cambio en toda la cadena de valor de la banca tradicional. Los préstamos, las inversiones de capital y las garantías de préstamos dirigidos a pequeños negocios deben modificarse para incorporar a las empresas que compran y venden en línea.
3. Modernización de la logística y servicios postales
Es uno de los obstáculos más importantes que enfrenta el comercio electrónico transfronterizo y las cadenas de valor en general.
La gran mayoría de las aduanas en la región registran mayores tiempos y costos asociados a la importación y exportación general de bienes que los países de altos ingresos de la Organización de Cooperación y Desarrollo Económicos (OCDE). Los datos para Latinoamérica y el Caribe reflejan las carencias en infraestructura, la complejidad de la normatividad aduanera y la falta de capacitación del personal, con un promedio de 65 horas y un costo de 681 dólares para el cumplimiento fronterizo asociado a la importación de un contenedor en 2016, comparado con 9 horas y 111 dólares para el promedio de los países de la OCDE (Banco Mundial, 2018).
La reducción de estos tiempos y costos sería fundamental para impulsar el comercio en la región, lo que también beneficiaría el comercio electrónico.
Para enmendar esta situación, la CEPAL propone 3 recomendaciones:
- Ampliar el programa Exporta Fácil a los servicios expresos.
- Modernizar y digitalizar aún más los procedimientos aduaneros.
- Modernizar la detección de riesgos por parte de las aduanas de América Latina y el Caribe, a través de análisis predictivos y aprendizaje automático, a fin de identificar envíos ilícitos y transacciones fraudulentas destinadas a evitar aranceles.
4. Reducción de costos de pagos transfronterizos en línea
Actualmente muchas empresas se enfrentan con las dificultados de costos de pagos y la falta de bancarización de la población para impulsarse a comerciar sus productos y servicios en línea con el exterior. Para ello, es necesaria la capacitación, el establecimiento de alianzas público-privadas y la difusión, la modificación de impuestos y aranceles cambiarios por parte de los países de la región.
5. Interoperabilidad de las operaciones digitales en la región
América Latina y el Caribe necesita establecer un marco regulatorio digital interoperable en áreas como puertos seguros para servicios de Internet, leyes y procedimientos de protección al consumidor, y regulaciones vinculadas a las finanzas alternativas; para que así empresas pequeñas puedan operar y cooperar en un sistema común e íntegro que facilite el comercio digital.
Es fundamental que la región trabaje conjuntamente en la garantía de la interoperabilidad de dichas regulaciones entre los países. De esta forma, las empresas podrían vender fácilmente sus productos y servicios en los países vecinos, sin preocuparse por cumplir diferentes leyes de derechos de autor, protección al consumidor, responsabilidad y datos.
La extraordinaria expansión de Internet y variadas plataformas digitales está aumentando la posibilidad de que pequeñas y medianas empresas (pymes) puedan comercializar y exportar a múltiples mercados.
El comercio digital ofrece importantes beneficios potenciales, los cuales incrementa la productividad, la competitividad, el acceso a mercados y la diversificación de la producción y de las exportaciones. Para gozar de estas ventajas, los gobiernos y el sector privado deben implementar políticas que resuelvan estos desafíos para cambiar los patrones tradicionales tanto nacionales como regionales.
Para promover exitosamente el comercio electrónico transfronterizo en América Latina y el Caribe, la CEPAL plantea impulsar el mercado digital regional, promover la simplificación y digitalización del financiamiento para el comercio, modernizar las aduanas y los servicios postales y reducir los costos de los pagos transfronterizos en línea.
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