Un proceso de expansión internacional es una decisión estratégica que le permitirá a un empresario o a una organización crecer, minimizar riesgos y optimizar recursos. Adicionalmente, podrán exportar sus productos y servicios más allá de sus fronteras, conquistando nuevos clientes, lo que incrementará sus ventas al mismo tiempo que reducirá sus costos operativos. También, a través de esta iniciativa obtendrá bases de datos de clientes provenientes de los nuevos mercados que se van abriendo, lo que facilitará llegar a lugares con los que no tenía ninguna relación comercial anteriormente.
Junto con lo anterior, la internacionalización le permitirá diversificar, acceder a talentos humanos, capital de conocimiento, avances tecnológicos, lo que le generará beneficiosas ventajas sobre su competencia. Finalmente, mediante la implementación de un proceso de globalización se consolida una reputación a través del reconocimiento y la credibilidad de su marca en los mercados internacionales, lo que es muy importante para posicionarse en el extranjero.
Como puede verse, a través de un proceso de apertura, las organizaciones gestionan las condiciones idóneas para operar en el mercado extranjero, sin embargo, este tema es muy importante, ya que quienes deciden emprenderlo deben comprometerse y proponerse sacarlo adelante.
¿Cuáles son las ventajas de este proceso?
Sin lugar a duda, el incremento de las exportaciones le ha demostrado a los inversionistas y empresarios que la internacionalización es un camino ideal para el crecimiento fuera de sus fronteras. De esta manera, algunos de los beneficios son:
- El aumento de clientes e ingresos, ya que gracias a la internacionalización los inversionistas o empresarios han visto en la exportación una gran oportunidad para llegar a nuevos mercados, así como en la importación una gran opción para abastecerse de los insumos necesarios en sus procesos productivos.
- La adquisición de nuevos clientes provenientes de cada mercado al que se logra acceder representa crecimiento tanto empresarial, como de los ingresos que obtiene la organización.
- El posicionamiento y optimización de gestión de riesgos, ya que los mercados internacionales son el escenario perfecto para presentar productos y servicios originales y esto le ayudará a obtener un flujo de ingresos positivo. Asimismo, el comercio internacional le permitirá la diversificación del mercado, para evitar la dependencia de un mercado único.
- El aumento de la competitividad, porque con la expansión a nuevos mercados las organizaciones deben innovar y mejorar en sus productos y servicios para cubrir las necesidades de los nuevos clientes. Esto además le ayudará a posicionar su marca, acceder a nuevas fuerzas laborales y actualización en las tendencias del mercado en este momento.
- Ahorro en los costes ya que al iniciar operaciones en un nuevo mercado se pueden obtener inversiones extranjeras, una logística a menor precio, incentivos legales y fiscales de varios gobiernos por invertir en la región.
- Acceso a tecnologías de última generación y ecosistemas en el sector y tratados o acuerdos comerciales. Esta red de conexiones mejora las operaciones de las organizaciones positivamente, a la vez que gestiona la innovación, lo que se verá reflejado en la mejora de sus procesos y productos.
De esta manera, observamos que con la estrategia de internacionalización las organizaciones obtienen más ventajas competitivas al hacer presencia en los mercados internacionales, en donde captan nuevos clientes, ventas y utilidades.
Es importante tener claro que al tomar la decisión de expandirse en el extranjero se generaran repercusiones en la marca y en cada una de sus operaciones internas y externas, así como en su gestión, por ello hay que tramitar el proceso de manera consciente y siempre dispuesto a terminarlo exitosamente.
En esta etapa es indispensable contar con asesores legales y tributarios internacionales expertos en comercio exterior, específicamente en las áreas de impuestos, fiscal, contaduría, servicios legales y consultoría de negocios a nivel global.
Estos profesionales deben manejar aspectos como las normas que regulan el comercio internacional establecidas por la OMC (Organización Mundial del Comercio), el método de cobro de las transacciones internacionales, regidos por los acuerdos firmados entre importador y exportador. También deben estar actualizados en derecho arancelario y las normas que regulan las operaciones de comercio internacional en el IVA, y las exenciones de bienes y exportaciones, así como conocer la fiscalidad vigente tanto donde se quiere expandir el negocio, como del país de origen.