12 . marzo . 2020

La sustentabilidad hace replantear la economía

sostenibilidad blog

Mitigar el calentamiento global requiere gestionar cambios en el estilo de vida y patrones de consumo de la población mundial.  

Tras la conferencia de la ONU sobre el Cambio Climático, COP25 realizada en Madrid, España a finales de 2019, se puede concluir que el objetivo de evitar el calentamiento global y asegurar que la temperatura promedio del mundo no sobrepasará los 1,5 °C a fines de este siglo, no se cumplió.    

En parte porque esto requiere que la totalidad de los países reduzcan en gran manera la cantidad de los gases que provocan el efecto invernadero en sus respectivos territorios y esto implica unos costos políticos y monetarios, así como cambios en los estilos de vida y patrones de consumo de las naciones, es decir un replanteamiento de nuestras economías para adaptarnos a los nuevos retos sustentables que el planeta requiere en este momento.  

Debido a que en la actualidad además de encontrar un mundo políticamente muy dividido y enormes desigualdades en el desarrollo de las naciones, ha sido muy difícil establecer la reglamentación del artículo 6 del Acuerdo de París de la Convención de las Naciones Unidas sobre el Cambio Climático, el cual fija un sistema de oferta y demanda que establece un precio global del CO2, a su vez que permita los incentivos para que tanto los mercados privados, como los Estados financien su reducción en el mundo.

Para lograr esto es indispensable establecer reglas de cooperación bilateral para los ITMOs (Internationally Transferred Mitigation Outcomes). Esto quiere decir que un ITMO es cualquier esquema de comercio de crédito de emisiones (de carbono) bilateral, regional o multilateral. Así mismo también contempla la transferencia de tecnología y provisión de financiamiento climático, que busca que una economía le pase a otra el cumplimiento de las obligaciones para disminuir sus emisiones en caso de no poderlas cumplir.

¿Qué es el comercio de emisiones?

Según el informe del International Carbon Action Partnership, un sistema de comercio de emisiones (SCE) es un instrumento de mercado diseñado para reducir emisiones de gases de efecto invernadero (GEI) y se basa en el principio de “tope y comercio” (‘cap and trade’). Aquí el gobierno establece un límite máximo o tope sobre las emisiones totales de uno o más sectores de su economía. Las empresas pertenecientes a estos segmentos deben contar con un permiso por cada tonelada de emisiones que generen. De esta manera puede comercializar permisos con otras compañías. En la actualidad existen 17 sistemas de comercio de emisiones en cuatro continentes. 

Aunque el gobierno de cada país debe decidir qué sectores productivos deben cumplir con SCE, es claro que el sector de generación de energía eléctrica, la aviación, el transporte y la industria están incluidos. Entre los contaminantes que deben disminuir están El dióxido de carbono (CO2) el GEI más común, el metano (CH4), el óxido nitroso (N2O), y otros gases fluorados (SF6, HFCs and PFCs).

¿Cómo pueden las empresas gestionar sus emisiones?

Es importante establecer un período de comercio que puede ser de un año, tras el cual cada compañía debe presentar suficientes permisos para cubrir el total de sus emisiones. Para lograrlo, las compañías pueden elegir entre una o más de estas opciones:

  • Reducir sus emisiones mejorando la eficiencia de sus procesos productivos o migrando hacia una fuente de energía menos intensiva que el carbono.
  • Comprar permisos adicionales a aquellas compañías que lograron reducir en gran medida sus emisiones y tienen permisos sobrantes.
  • Utilizar créditos de compensación (‘Offset credits’) nacionales o internacionales. Esto quiere decir que las compañías puedan cubrir parte de sus emisiones usando créditos en proyectos de reducción de emisiones en sectores que no están regulados por el SCE, como por ejemplo los que provienen de proyectos de energías renovables o proyectos forestales.

Aunque el comercio de emisiones avanza lentamente, es tal su importancia que se va a retomar en el marco de la Cumbre Unión Europea-China de septiembre próximo en Leipzig, allí la Unión Europea UE, anunciará que convertirá en ley la propuesta de gastar el 25% de su presupuesto anual en “acción climática”. Durante el 2019, el presupuesto total del bloque fue de €165 mil 800 millones (cerca del 2% del gasto público de todos los países que lo integran y el 1% del PBI europeo).

Fuentes:

Informe de sustentabilidad de AméricaEconomía Intelligence

Resumen Ejecutivo International Carbon Action Partnership