En un escenario internacional marcado por tensiones geopolíticas, acelerados avances tecnológicos y una creciente presión por la adopción de modelos sostenibles, los inversionistas y empresarios enfrentan un entorno de negocios en constante transformación. La reorganización de cadenas de suministro (nearshoring), la digitalización de procesos y el cambio en las dinámicas comerciales internacionales, están reconfigurando las reglas del juego para quienes operan o desean operar a nivel global.
Es de manifiesto, que estos cambios representan tanto riesgos como oportunidades: desde la necesidad de adaptarse a nuevas normativas hasta la posibilidad de acceder a mercados emergentes o beneficiarse de incentivos fiscales. Para los expertos en derecho y contabilidad, piezas claves en este ajedrez, el contexto actual exige un conocimiento multidisciplinario que combine visión estratégica con comprensión técnica y jurídica, permitiéndoles asesorar con precisión y anticipación a sus clientes.
En este escenario global diverso, analizamos con Alfredo Salas Rizo Patrón, socio fundador de Salas Rizo Patrón & Margary Abogados, experto en comercio internacional en Perú, el estado actual del comercio en su país, el endurecimiento de políticas comerciales y los retos legales y fiscales que enfrentan las empresas en la región.
El panorama del comercio internacional en Perú
De acuerdo con nuestro experto Alfredo Salas Rizo, “En los últimos veinte años, el Perú ha mantenido una política de apertura hacia el mercado externo, activa integración comercial y liberalización del mercado comercial, con la implementación de medidas transversales de promoción a las inversiones en los diferentes sectores productivos. Se destaca la suscripción de diversos acuerdos comerciales regionales y multilaterales, que regulan temas arancelarios, reglas de origen, procedimientos aduaneros, contrataciones públicas y promoción de inversiones entre otros. Además, el Perú presenta una de las tasas arancelarias promedio más bajas de la región (2.2%), con solo cuatro niveles arancelarios”.
“Estas políticas han contribuido a un crecimiento sostenido de las exportaciones e importaciones. Por ejemplo, las exportaciones pasaron de representar el 12% del PBI en el año 2000 a un 26,2% en el 2024. Se observa también un importante dinamismo en las exportaciones no tradicionales, en particular del sector agroindustrial, donde el Perú se ha posicionado como líder en productos como arándanos, palta o aguacate y quinua”.
Los convenios internacionales suscritos, la diversificación de mercados y productos, los resultados positivos de la balanza comercial, entre otros factores, permiten al país mostrar una resiliencia notable ante eventos internacionales recientes.
La evolución global de los aranceles y el resurgir del proteccionismo
Se puede observar cómo, durante las últimas dos décadas, la tendencia global consistía en alcanzar la reducción arancelaria como mecanismo para facilitar el comercio internacional. Esta política, impulsada por organismos como la Organización Mundial del Comercio (OMC), promovió la liberalización de mercados y la firma de numerosos tratados bilaterales y multilaterales que incentivaron un flujo más libre de bienes y servicios.
“En los últimos años, salvo por eventos recientes, gracias a los esfuerzos multilaterales liderados por la OMC, así como las estrategias de integración comercial emprendidas por muchos países a través de tratados bilaterales y regionales, medidas de simplificación aduanera y promoción de sectores con ventajas competitivas evidencian una tendencia general hacia la reducción de las tasas arancelaria promedio llegando a 14% al 2022 en la mayoría de los países según datos del Banco Mundial”, enfatiza Alfredo Salas.
Sin embargo, esta tendencia se ha venido debilitando en los últimos cinco años, dando paso a un nuevo ciclo de proteccionismo. Según el Banco Mundial, aunque el arancel promedio global se mantiene en niveles históricamente bajos (alrededor del 2.6 % en 2022), se ha observado un repunte en la imposición de medidas comerciales restrictivas desde 2018, especialmente en el marco de disputas entre grandes economías.
“Estados Unidos ha decidido incrementar las tasas arancelarias de manera generalizada, en respuesta, la República Popular China, Europa y otras regiones, mantienen en una posición de observación, analizando las tendencias comerciales antes de tomar medidas similares. Dada la importante participación de dichos países en el comercio mundial, estamos en un escenario de cierto retraimiento e indefinición que igualmente afectan los flujos comerciales, logísticos y de inversión”, destaca Alfredo Salas
Un ejemplo de esto, lo evidenciamos en mayo de 2024 donde el gobierno de Estados Unidos anunció una nueva ronda de aranceles sobre productos estratégicos procedentes de China, como baterías, vehículos eléctricos, semiconductores y paneles solares, con tasas que llegan hasta el 100 %. Esta política de defensa comercial ha generado respuestas diplomáticas y comerciales por parte del gobierno chino, que ha advertido sobre impactos directos en la cadena global de suministros.
Frente a este escenario de incertidumbre, muchos países de América Latina, incluido Perú, han optado por reforzar sus acuerdos comerciales existentes y diversificar sus mercados de exportación como estrategia para amortiguar los efectos de una posible escalada proteccionista.
Sectores más afectados y señales de una nueva guerra comercial
De acuerdo con Alfredo Salas “Los sectores más afectados incluyen el automotriz, el siderúrgico y el tecnológico. Pero más que una guerra comercial, estamos ante una confrontación bilateral entre potencias”. Es importante reiterar que no se trata de un conflicto global estructural, sino de una confrontación puntual entre EE.UU. y China, con efectos colaterales en terceros países y en las cadenas de suministro global. Los aranceles establecidos recientemente entre potencias comerciales están generando fuertes repercusiones en los sectores mencionados:
Tabla sectores afectados por los aranceles | Julio 2025 | BLITA International
Si bien, todavía no se ha desatado una guerra comercial global, la confrontación entre potencias puede generar un efecto dominó colateral en los precios, la inflación y la seguridad de las cadenas de valor en Latinoamérica. Esta situación exige una estrategia proactiva de reconfiguración comercial y logística por parte de las empresas.
Tabla Impactos Inderectos de los aranceles | Julio 2025 | BLITA International
El rol de los tratados y la OMC
De acuerdo con Alfredo Salas “Los tratados bilaterales y regionales permiten establecer mecanismos de cooperación, estándares comunes y acceso preferencial a mercados y permiten blindarse ante medidas unilaterales y facilitar la integración de cadenas de valor regionales, mientras que la OMC debe fortalecer su rol en la resolución de disputas”.
Podemos observar como en este escenario de creciente proteccionismo y tensiones comerciales entre grandes potencias, los tratados bilaterales y regionales han adquirido un valor estratégico. Estos acuerdos permiten a los países blindarse ante medidas unilaterales y preservar el acceso preferencial a mercados clave, además de establecer mecanismos de cooperación jurídica y técnica que brindan previsibilidad a los actores económicos.
T-MEC (México, EE.UU., Canadá): este tratado reemplazó al TLCAN e introdujo cláusulas más estrictas en reglas de origen, propiedad intelectual y solución de controversias. Ante posibles aranceles, el T-MEC permite activar mecanismos de resolución que evitan una escalada inmediata del conflicto. Por ejemplo, México invocó procedimientos formales tras los aranceles a vehículos eléctricos y acero en 2024.Acuerdo UE-Mercosur: aunque aún no está plenamente ratificado, este tratado busca establecer un área de libre comercio entre la Unión Europea y el bloque sudamericano. Permitiría a países como Brasil y Argentina preservar acceso a Europa pese a políticas internas más proteccionistas de algunos estados miembros.
Alianza del Pacífico (Chile, Colombia, México, Perú): este bloque ha profundizado la integración regional mediante eliminación de aranceles, reconocimiento mutuo de normas técnicas y programas de internacionalización de Pymes. Su dinamismo ha permitido una mayor resiliencia frente a las tensiones geopolíticas globales.
Aunque en la actualidad la Organización Mundial del Comercio (OMC) atraviesa una crisis funcional debido a que su órgano de apelación está paralizado desde 2020 por el bloqueo de la designación de jueces, especialmente por parte de EE. UU., desempeña un papel importante porque permite:
- Establecer reglas comunes que frenen el uso arbitrario de medidas proteccionistas.
- Facilitar negociaciones multilaterales, especialmente en temas de agricultura, servicios digitales y subsidios industriales.
- Fortalecer mecanismos de transparencia, para evitar represalias encubiertas o violaciones sistémicas.
En palabras de nuestro experto “La OMC debe fortalecer su rol en la resolución de disputas comerciales, promover los foros de negociación y propender lograr el compromiso de las partes en cumplir los acuerdos comerciales generando mecanismos de cooperación multilaterales eficaces en pro de un flujo comercial previsible y libre.”
En la próxima entrega, junto a Alfredo Salas Rizo Patrón, se discutirán en detalle propuestas y estrategias para enfrentar los cambios y retos económicos y comerciales enunciados en el presente análisis, buscando ofrecer vías para fortalecer la resiliencia y el crecimiento en la región.