Infraestructura, Logística y Ubicación Estratégica: El puente natural entre América y el mundo
Costa Rica no solo ofrece estabilidad política y capital humano de calidad, su ubicación geográfica privilegiada es uno de los mayores atractivos para los inversionistas internacionales. Situado en el corazón del continente, el país actúa como enlace natural entre América del Norte, América del Sur y el Caribe y como punto de conexión directo con Europa y Asia a través de sus puertos en ambos océanos. Esta ventaja logística convierte a Costa Rica en una plataforma regional ideal para operaciones de exportación, distribución y servicios globales.
Conectividad marítima y acceso global
Costa Rica cuenta con dos puertos estratégicos: Puerto Limón–Moín (Caribe), operado por APM Terminals, con capacidad para mover más de 1,2 millones de TEU anuales, y considerado uno de los más eficientes de la región según el Banco Mundial.
Puerto Caldera (Pacífico), puerta de entrada al comercio con Asia y América del Norte. Esta conectividad de doble costa permite a las empresas reducir tiempos logísticos y diversificar rutas comerciales, aumentando la resiliencia de las cadenas de suministro.
Infraestructura vial y transporte en modernización
Con más de 39.000 km de carreteras, el país ejecuta un ambicioso plan de infraestructura con apoyo del Banco Interamericano de Desarrollo (BID) y el Banco Centroamericano de Integración Económica (BCIE). Proyectos clave como la Ruta 32 San José–Limón o el Corredor Vial San José–San Ramón buscan mejorar la eficiencia del transporte de mercancías y conectar los principales polos productivos con los puertos y aeropuertos internacionales.
Capital Humano: Talento bilingüe y calificado que impulsa la innovación
Costa Rica se ha consolidado como uno de los países más competitivos de América Latina gracias a su capital humano altamente calificado, bilingüe y orientado a la innovación. Este recurso constituye un pilar esencial del modelo costarricense de atracción de inversión extranjera, respaldado por décadas de inversión sostenida en educación, estabilidad institucional y cultura de cumplimiento.
Educación y formación técnica de alto nivel
El país destina cerca del 7% de su PIB a educación, uno de los niveles más altos de la región de acuerdo con la OCDE, y con una tasa de alfabetización superior al 98%. Esta inversión ha permitido consolidar un ecosistema educativo que abastece al mercado con profesionales altamente capacitados en ingeniería, ciencias, tecnologías de la información y servicios empresariales.
El Instituto Nacional de Aprendizaje (INA) y las universidades públicas y privadas impulsan programas técnicos y vocacionales vinculados con las necesidades de la industria exportadora y la economía digital, fortaleciendo la conexión entre educación y productividad.
Competitividad laboral y bilingüismo
El dominio del inglés y las habilidades digitales son rasgos distintivos del talento costarricense. Según el EF English Proficiency Index, el país figura entre los tres primeros de América Latina en dominio del idioma inglés, lo que facilita su integración en cadenas globales de servicios y manufactura.
Empresas como Intel, Boston Scientific, IBM, Procter & Gamble y Abbott han establecido en Costa Rica centros de servicios regionales y plantas de manufactura avanzada, atraídas por la calidad técnica, estabilidad laboral y cumplimiento de estándares ESG.
Talento especializado en sectores estratégicos
La industria manufacturera avanzada representa alrededor del 20% del empleo formal según estimaciones del Banco Mundial, y concentra profesionales especializados en electrónica, dispositivos médicos, automatización y logística.
Este ecosistema genera sinergias entre capital humano, innovación y sostenibilidad, posicionando a Costa Rica como hub regional para operaciones globales de alto valor agregado. Para los inversionistas en sectores como tecnología, servicios compartidos, energías limpias o manufactura avanzada, el capital humano costarricense ofrece una ventaja competitiva difícil de replicar en la región.
Energía limpia y sostenibilidad
Costa Rica se posiciona como líder mundial en generación eléctrica renovable, con un promedio superior al 98% de su matriz eléctrica proveniente de fuentes limpias como hidroeléctrica, eólica, geotérmica y solar, según el Instituto Costarricense de Electricidad (ICE). Esta característica convierte al país en destino preferente para industrias que buscan energía verde certificada, alineada con objetivos ESG y de carbono neutralidad.
Además, el gobierno impulsa el Plan Nacional de Descarbonización 2018–2050, reconocido por la ONU Medio Ambiente, como modelo regional y que contempla incentivos fiscales para electromovilidad y eficiencia energética.
Infraestructura digital
En materia de conectividad, Costa Rica cubre más del 95% del territorio con redes 4G y banda ancha, y avanza en la expansión del 5G, en colaboración con operadores internacionales de acuerdo con la Superintendencia de Telecomunicaciones (SUTEL). La digitalización del sector público y la adopción de tecnologías en logística (trazabilidad, comercio electrónico, ventanillas únicas) contribuyen a mejorar la eficiencia y transparencia de las operaciones comerciales.
Estabilidad política y reputación internacional
Costa Rica es reconocida mundialmente como uno de los países más estables y democráticos de América Latina. Desde la abolición de su ejército en 1948, ha destinado recursos estratégicos a educación, salud y desarrollo social, creando un entorno propicio para el crecimiento económico y la atracción de inversión extranjera. Su constitución, vigente por más de 70 años, garantiza seguridad jurídica y continuidad institucional, factores clave para empresas e inversionistas que buscan previsibilidad a largo plazo.
El país es miembro de la OCDE, lo que lo alinea con políticas y prácticas que representan el 80% del comercio mundial, y ha suscrito numerosos acuerdos internacionales que refuerzan su integración a la economía global. Además, su reputación se ve respaldada por un alto índice de bienestar: se encuentra dentro del Top 25 del Informe Mundial de la Felicidad de la ONU, un indicador indirecto de cohesión social, estabilidad y calidad de vida para talento e inversores internacionales.
Régimen de Zonas Francas: motor de la inversión extranjera directa
El Régimen de Zonas Francas (Ley No. 7210 y sus reformas) sigue siendo el principal vehículo de atracción de IED, que el año pasado concentró aproximadamente el 64 % de la inversión extranjera y fueron responsables de una porción importante de las exportaciones industriales del país. Las zonas francas ofrecen exenciones tributarias (impuesto sobre la renta, aranceles y en algunos casos exoneración de IVA), facilidades administrativas y estabilidad contractual para proyectos exportadores y de servicios globales.
Las zonas francas constituyen uno de los principales incentivos, con exoneraciones fiscales de hasta 100 % en impuestos sobre la renta y aranceles de importación, siempre que se cumplan los requisitos de exportación y empleo local. Este régimen ha sido fundamental para atraer empresas tecnológicas y manufactureras que hoy emplean a más de 200.000 personas directamente.
Acceso preferencial a mercados globales.
Costa Rica ha construido una red comercial moderna y diversificada que la posiciona como uno de los países latinoamericanos con mayor integración a la economía global. Su política de apertura ha permitido desarrollar una arquitectura de acuerdos de libre comercio que garantiza acceso preferencial a los mercados más dinámicos del planeta, generando un entorno altamente competitivo para la exportación y la inversión productiva.
Con tratados vigentes con Estados Unidos, Canadá, la Unión Europea, China, Corea del Sur, México y Chile, entre otros, el país cuenta con condiciones arancelarias favorables que cubren cerca del 80% de su comercio internacional. Esta red no solo elimina barreras a bienes industriales y agrícolas, sino que también incorpora disposiciones sobre inversión, servicios, propiedad intelectual y facilitación aduanera, consolidando un marco de seguridad jurídica y predictibilidad comercial.
La reciente entrada en vigor del Acuerdo Unión Europea–Centroamérica (2024) y la firma del innovador Acuerdo sobre Comercio Climático (ACCTS) con Nueva Zelanda refuerzan el liderazgo costarricense en materia de sostenibilidad y comercio verde. Asimismo, el acuerdo de asociación económica con Emiratos Árabes Unidos abre un corredor estratégico hacia Medio Oriente y las rutas logísticas euroasiáticas, diversificando los destinos de exportación y las oportunidades para los inversionistas.
En conjunto, estas alianzas sitúan a Costa Rica dentro del círculo de acceso preferencial a más del 66% del PIB mundial y a más de un tercio de la población global. Para las empresas internacionales, esto significa operar desde un país con estabilidad política, talento calificado y entrada directa a algunos de los mercados más atractivos del mundo.
Costa Rica combina estabilidad política, sostenibilidad y capital humano de excelencia, consolidándose como un destino estratégico para la expansión de negocios internacionales. Su compromiso con la energía limpia, la innovación y la calidad institucional la posicionan como una de las economías más resilientes y atractivas de América Latina.