La agroindustria hondureña sigue siendo uno de los pilares más sólidos de la economía nacional y un sector clave para el desarrollo regional. Aunque su participación directa en el PIB se ha reducido en los últimos años, aún representa cerca del 11,2 % del producto interno bruto en 2024, según datos del Banco Mundial. Si se incluyen las actividades conexas como por ejemplo procesamiento, empaques, transporte y servicios logísticos, donde su peso real se aproxima al 35% del PIB, reflejando su profunda interconexión con otros sectores productivos.
El empleo agrícola también mantiene un rol protagónico, ya que aproximadamente el 22% de la población ocupada trabaja en actividades del agro, de acuerdo con datos del Banco Mundial, y más del 40% de los hondureños vive en zonas rurales, lo que resalta la importancia social y económica de este sector.
En el comercio exterior, la agricultura es uno de los principales generadores de divisas. Los productos más destacados son el café, banano, palma africana, melón y cacao, que en conjunto representan más del 35% de las exportaciones totales de bienes, con destino principal hacia Estados Unidos y la Unión Europea. Esta estructura exportadora, unida a los tratados comerciales como el CAFTA-DR, ofrece a Honduras una posición competitiva para integrarse en las cadenas agroalimentarias globales.
Es evidente que el agro hondureño está evolucionando hacia una etapa de diversificación, sostenibilidad y valor agregado. La política nacional del sector agrario 2023-2043, impulsada por la Secretaría de Agricultura y Ganadería (SAG) con el apoyo del IICA, busca modernizar la producción, incorporar tecnología, fortalecer la resiliencia climática y conectar a los pequeños productores con los mercados internacionales. Entre las principales oportunidades de inversión están:
- Producción agrícola de alto valor: expansión hacia cultivos diferenciados como cacao fino, café de especialidad, frutas tropicales, hortalizas y productos orgánicos destinados a nichos premium en EE. UU. y Europa.
- Procesamiento y transformación: inversión en plantas agroindustriales para pulpas, congelados, empaques sostenibles y productos listos para exportación, con enfoque en valor agregado y certificaciones de calidad.
- Infraestructura logística y de frío: desarrollo de centros de acopio, transporte refrigerado y plataformas agro-logísticas que fortalezcan la competitividad exportadora desde puertos como Puerto Cortés, principal salida del Caribe.
- Agritech e innovación: introducción de tecnologías de precisión, sistemas de riego inteligente, sensores, trazabilidad y digitalización del campo para mejorar la productividad y la sostenibilidad ambiental.