Capital humano y competitividad
El mercado laboral peruano ha mostrado una recuperación progresiva tras los años de desaceleración postpandemia. Según el Fondo Monetario Internacional (FMI), la tasa de desempleo nacional se redujo a 5,5% en 2024, frente al 6,4 % registrado el año anterior, mientras que el empleo adecuado alcanzó el 59,2%, reflejando una mejora en la calidad del trabajo formal y en la absorción de fuerza laboral en sectores productivos.
Educación y formación técnica
Perú cuenta con una red diversa de universidades públicas y privadas, entre ellas la Pontificia Universidad Católica del Perú (PUCP), la Universidad Nacional Mayor de San Marcos (UNMSM) y la Universidad de Ingeniería y Tecnología (UTEC), que han fortalecido la oferta en carreras de ingeniería, tecnologías de la información, gestión empresarial y sostenibilidad. A esto se suma una red creciente de institutos técnicos y centros de innovación productiva (CITE) que apoyan la transferencia tecnológica hacia sectores como agroindustria, textil, pesquero, minería y manufactura avanzada.
El Ministerio de Educación (MINEDU) y el Programa Nacional de Becas y Crédito Educativo (PRONABEC) impulsan programas de formación dual y especialización en ciencia, tecnología e innovación (CTI), con énfasis en la empleabilidad juvenil y el fortalecimiento del capital humano orientado al nearshoring y los servicios digitales.
En comparación con otras economías latinoamericanas, el país ofrece una mano de obra competitiva en costos y productividad relativa, especialmente en manufactura, minería y agroexportación. Los costos laborales unitarios se mantienen por debajo de los promedios de Chile o México, lo que refuerza el atractivo del país para industrias intensivas en trabajo calificado.
Recuperación económica y expectativas para el PIB
Perú inició 2024 con claros signos de recuperación económica, dejando atrás la contracción de -0,5 % registrada en 2023. La normalización de la actividad minera, el buen desempeño del sector exportador y el impulso del gasto público en infraestructura han sido claves para reactivar el crecimiento. Según el Banco Central de Reserva del Perú (BCRP), la economía cerrará el 2025 con un crecimiento en un rango estimado del 2,8% al 3 %, apalancada por los nuevos proyectos mineros, mayor inversión público-privada y una recuperación sostenida del consumo.
Organismos multilaterales, como el Fondo Monetario Internacional (FMI), coinciden en que Perú se mantiene entre las economías más resilientes de la región andina, respaldado por una política monetaria prudente, estabilidad macroeconómica y capacidad exportadora.
Inversión extranjera directa: motores sectoriales y expectativas
La inversión extranjera directa alcanzó más de US$ 7.800 millones a diciembre de 2024, con una concentración particularmente alta en minería (42%), servicios financieros (18%) y telecomunicaciones (10%), según cifras del Banco Central y la UNCTAD. España, Chile, Canadá, Reino Unido y Estados Unidos lideran el ranking de países inversionistas.
ProInversión estima que los flujos de IED podrían superar los US$ 9.500 millones a finales de 2025, impulsados por proyectos estratégicos de infraestructura portuaria, energía renovable, servicios logísticos y concesiones viales bajo esquemas de asociaciones público-privadas (APP).
Comercio exterior: eje exportador y socios clave
El comercio exterior se mantiene como uno de los pilares más sólidos de la economía peruana y uno de los mayores atractivos para la inversión internacional. En 2024, las exportaciones alcanzaron un récord histórico de más de US$ 74.600 millones, impulsadas no solo por la minería tradicional, sino también por sectores de creciente valor agregado como agroindustria, pesca, químicos y manufacturas. Esta dinámica confirma el avance hacia una matriz exportadora más diversificada y competitiva.
Perú ha suscrito 22 acuerdos comerciales preferenciales, que cubren aproximadamente el 90% de sus exportaciones, según el Ministerio de Economía y Finanzas (MEF).
Entre los más relevantes figura el Tratado de Libre Comercio Perú-China (TLC Perú-China), que ha eliminado barreras arancelarias para minerales, manufacturas y productos agrícolas, consolidando a China como el destino del 35% de las exportaciones peruanas
También es clave el Acuerdo de Promoción Comercial entre el Perú y Estados Unidos (PTPA por sus siglas en inglés), vigente desde febrero de 2009. Este tratado facilita el comercio de bienes y servicios, brinda estabilidad legal para inversionistas y refuerza los lazos económicos entre ambos países.
El Tratado Integral y Progresista de Asociación Transpacífico (CPTPP por sus siglas en inglés), vigente para Perú desde el 19 de septiembre de 2021. Este acuerdo lo vincula con otras economías clave en Asia-Pacífico, como Japón, Canadá, Australia, Singapur y México y abre oportunidades para la diversificación exportadora.
El TLC de la Alianza del Pacífico-Singapur (TLC AP-Singapur) entró en vigor el 3 de mayo de 2025 para Perú, Chile y Singapur. Este acuerdo representa una apuesta estratégica para profundizar la integración Asia-Pacífico, permitiendo acceso preferencial para productos peruanos y acumulación de origen que beneficia especialmente a las MIPYMEs.
Además, Perú participa en otros instrumentos de integración regional y multilateral que amplían su proyección comercial, como la Asociación Latinoamericana de Integración (ALADI) y su membresía en el Foro de Cooperación Económica Asia-Pacífico (APEC).
Gracias a esta red amplia y sofisticada de acuerdos, Perú se convierte en una plataforma altamente competitiva para la exportación de recursos estratégicos, como minerales, productos agrícolas y pesqueros, así como para inversiones en infraestructura, logística y cadenas de valor globales. Con una política comercial estable y un claro enfoque en expansión internacional, el país afianza su rol como puente clave entre América Latina y los mercados de Asia y Norteamérica.
Política monetaria y fiscal
El Banco Central de Reserva del Perú (BCRP) ha mantenido una política monetaria cautelosa. En noviembre de 2024, la tasa de interés de referencia se ubicó en 5.75%, luego de varios recortes graduales. El Banco Central espera un entorno económico estable y un tipo de cambio sin grandes sobresaltos, apoyado en reservas internacionales que superan los US $72 mil millones, equivalentes a cerca del 30% del PIB, una de las coberturas más altas de la región.
En materia fiscal, el gobierno continúa con una política de ajuste ordenado. El déficit fiscal bajó a 2.2% del PIB el año pasado, impulsado por mayores ingresos provenientes del sector minero y por mejoras en la recaudación tributaria. El Ministerio de Economía y Finanzas (MEF) promueve, además, incentivos tributarios a la inversión privada en infraestructura, innovación y zonas especiales de desarrollo, con foco en alianzas público-privadas (APP) y mecanismos de obras por impuestos (OxI), instrumentos emblemáticos del modelo peruano.
Infraestructura y conectividad
Perú enfrenta una brecha importante de infraestructura, lo que abre una gran oportunidad para la inversión extranjera. Según el portal oficial de comercio de Estados Unidos, el país necesita alrededor de US$110 000 millones en obras de transporte, energía, agua y telecomunicaciones para el periodo 2019–2038. Solo para 2025, se han priorizado proyectos por aproximadamente US$28.5 mil millones.
Además, en el periodo 2024–2025, los proyectos de infraestructura bajo esquemas de asociación público-privada (PPP) ya sumaban más de US$11.2 mil millones en transporte, más de US$9.3 mil millones en electricidad, y se añadían inversiones relevantes en telecomunicaciones.
Para el inversionista internacional, esto significa que Perú está en una fase clave en la modernización de su infraestructura logística, energías y conectividad. La modernización de puertos, aeropuertos, carreteras, redes eléctricas y telecomunicaciones abre la puerta a proyectos de escala, asociación pública‑privada y cadenas de valor industriales. La combinación de ubicación, recursos y voluntad de reforma hace de la infraestructura peruana un vector clave para la expansión del capital extranjero.
Principios generales y tratamiento a la inversión extranjera
Perú aplica el principio de trato nacional y no discriminación, ya que los inversionistas extranjeros gozan de los mismos derechos que los nacionales y pueden participar libremente en casi todos los sectores económicos. La inversión se aprueba de forma automática y solo requiere registro ante ProInversión, a través del Registro de Inversión Extranjera Directa (RIED).
La Constitución Política garantiza la libertad de empresa, la libre remisión de utilidades, el uso irrestricto de divisas y la protección frente a expropiaciones arbitrarias. De acuerdo con el Investment Policy Hub de UNCTAD, Perú se ubica dentro de los países con mayor nivel de apertura legal en Sudamérica, igual que Chile, México y Colombia.
El país es miembro del Centro Internacional de Arreglo de Diferencias Relativas a Inversiones (CIADI) y parte de múltiples tratados bilaterales de inversión y acuerdos de libre comercio (TLC) que incluyen capítulos de protección al inversionista, como el CPTPP y los acuerdos con Estados Unidos, la Unión Europea y Canadá. Según Chambers Global Practice Guides, esto posiciona al país como un destino con alto nivel de protección jurídica y credibilidad internacional.
El marco legal peruano en términos generales es atractivo y protector para la inversión extranjera, con garantías constitucionales, acceso a mecanismos de estabilidad y cobertura internacional mediante tratados.