Incentivos Fiscales y Estructuras para la Inversión
Portugal ofrece un régimen fiscal atractivo y sofisticado para inversionistas, especialmente a través de incentivos diseñados para impulsar la investigación, la innovación y la creación de empleo, lo que convierte al país en un destino idóneo para fondos de capital, empresas tecnológicas y proyectos productivos. Algunos incentivos son:
El Sistema de Incentivos Fiscales en Investigación y Desarrollo Empresarial (SIFIDE II) permite a las empresas deducir del Impuesto sobre Sociedades (IRC) hasta el 32,5% de sus gastos de I+D. Además, si superan la media de gasto de los dos años anteriores, pueden deducir un 50% del excedente, con un límite de 1,5 millones de euros.
El Regime Fiscal de Apoio ao Investimento (RFAI), apoya inversiones en activos fijos tangibles e intangibles, así como costes salariales derivados de la contratación de personal altamente cualificado. Dependiendo de la región donde se realice la inversión, se puede deducir entre el 10% y el 35% de las aplicaciones relevantes.
Nuevo incentivo para I+D e innovación (IFICI / NHR 2.0): En 2024 fue lanzado un nuevo régimen fiscal llamado Tax Incentive for Scientific Research and Innovation (IFICI), también conocido como “NHR 2.0”. Esté va dirigido a profesionales altamente cualificados en investigación, ciencia e innovación. Ofrece una tasa fija del 20% sobre ingresos de empleo o actividad independiente durante un periodo de hasta 10 años, así como una exención para ciertos ingresos de fuente extranjera.
Sector productivo diversificado y orientado a la exportación
Portugal ha logrado una transformación económica notable en los últimos años. Aunque históricamente su economía se apoyaba en agricultura, textil y calzado, hoy es un exportador competitivo en manufactura avanzada, tecnología, energías renovables, automoción, productos químicos y servicios globales.
La nación se ha consolidado un perfil económico altamente orientado al exterior. Más del 94% de su PIB está vinculado al comercio internacional, según datos de BBVA Research, lo que evidencia su apertura económica y fuerte integración en los mercados globales. Esta característica convierte al país en un actor estratégico dentro de las cadenas globales de valor europeas, con una estructura productiva cada vez más sofisticada y competitiva.
En materia exportadora, Portugal ha logrado diversificar sus productos y destinos. De acuerdo con la Agencia de Gestión de la Deuda Pública (IGCP), el año pasado el 60% de sus exportaciones correspondieron a bienes liderados por maquinaria eléctrica y mecánica (8,8%), vehículos y autopartes (7,6%) y productos químicos y farmacéuticos (4,5%). Esta composición refleja la transición desde industrias tradicionales hacia sectores de mayor valor añadido y contenido tecnológico.
La manufactura avanzada se ha convertido en uno de los pilares más sólidos del aparato exportador portugués. Según Agência para o Investimento e Comércio Externo de Portugal (AICEP), este sector conformador por la metalurgia, mecánica de precisión y soluciones electrónicas, superó los 19.000 millones de euros en exportaciones, con presencia en más de 200 mercados internacionales. Esta expansión se sustenta en tecnología, capacidad productiva y certificaciones europeas que refuerzan su competitividad frente a otros hubs globales.
El país también destaca como referente en energías renovables. El año pasado el 61% de la electricidad generada en Portugal provenía de fuentes limpias, posicionándolo como uno de los líderes energéticos de Europa en sostenibilidad y transición verde. Este desempeño, respaldado por el Instituto de Gestão da Tesouraria e do Crédito Público (IGCP), ha impulsado la creación de cadenas de suministro especializadas en soluciones solares, eólicas, almacenamiento energético e hidrógeno verde.
Hub tecnológico y de innovación global
Portugal se ha consolidado como uno de los hubs tecnológicos y de innovación más dinámicos del sur de Europa, con Lisboa, Porto y Braga como sus principales polos. Estas ciudades concentran ecosistemas de startups, centros de investigación, incubadoras, talento altamente calificado y una creciente presencia de capital de riesgo nacional e internacional. La combinación de infraestructura tecnológica moderna, programas gubernamentales de apoyo y una cultura emprendedora en expansión ha convertido a Portugal en un destino atractivo para proyectos vinculados con inteligencia artificial, fintech, biotecnología, energías limpias, software, servicios digitales y tecnologías para la salud.
El ecosistema está respaldado por iniciativas públicas como StartUP Portugal, Tech Visa y StartUP Visa, que facilitan la llegada de talento e inversión extranjera, simplifican los trámites migratorios para profesionales altamente cualificados e incentivan la instalación de empresas tecnológicas con potencial de escala global. A todo ello se suman los parques científicos y tecnológicos —como Taguspark en Lisboa o UPTEC en Porto— que funcionan como plataformas de innovación, conectando startups con universidades, centros de investigación y empresas multinacionales.
La financiación también ha experimentado un crecimiento significativo. En 2024, las startups portuguesas captaron cerca de €886 millones en inversión de venture capital, impulsadas por la creciente presencia de fondos extranjeros y la creación de fondos locales especializados en tecnología. Este contexto ha permitido que surjan casos destacados en sectores como energías renovables, deep tech, software empresarial, medtech y movilidad inteligente, con startups portuguesas integrándose en programas globales como el Visa Innovation Program o aceleradoras europeas de alto impacto.
Talento multilingüe, costos laborales competitivos y alto nivel de cualificación
Portugal dispone de talento técnico y multilingüe (inglés, francés y español), ideal para servicios globales, IT, ingeniería y centros de operaciones. Los costos laborales siguen siendo más bajos que en España, Francia u Holanda, lo que lo vuelve atractivo para empresas que buscan productividad con eficiencia de costos.
La infraestructura tecnológica también ofrece una ventaja competitiva. El proyecto Start Campus en Sines, con inversiones superiores a los €8.500 millones, busca convertir a Portugal en un nodo estratégico de centros de datos y servicios en la nube, aprovechando su posición geográfica y los nuevos cables submarinos que conectan Europa, América y África. Esta infraestructura consolida el papel del país como puerta de entrada digital hacia el mercado europeo.
Para inversores y empresas internacionales, Portugal ofrece un entorno excepcional: talento calificado, incentivos públicos, estabilidad regulatoria, acceso a financiamiento, infraestructura digital de última generación y una ubicación estratégica dentro de la Unión Europea. Todo ello posiciona al país como un hub tecnológico emergente, competitivo y con alta capacidad de crecimiento, ideal para proyectos escalables, sostenibles e innovadores.
Infraestructura logística estratégica: puerta a Europa, África y América
Portugal se ha posicionado como un nodo logístico estratégico entre Europa, América y África, gracias a su ubicación atlántica, infraestructura portuaria avanzada y conexión directa con los principales mercados internacionales. Su posición en el extremo suroeste de Europa, con acceso a rutas marítimas transatlánticas y mediterráneas, permite que el país funcione como un puente natural para operaciones comerciales, distribución y exportaciones entre continentes.
El Puerto de Sines, uno de los más importantes del Atlántico europeo, es el corazón logístico del país. Clasificado como puerto de aguas profundas y especializado en contenedores, energía y mercancía a granel, ofrece capacidad para recibir los mayores buques del mundo y está conectado con múltiples corredores ferroviarios hacia España, Francia, Alemania y el resto del mercado europeo. Su zona industrial y logística (ZILS) concentra inversiones en energía, hidrógeno verde, data centers y manufactura avanzada, generando oportunidades para proyectos de infraestructura, almacenamiento, transporte y suministros globales.
Junto a Sines, el Puerto de Leixões, en el norte del país, opera como plataforma estratégica para la industria manufacturera, metalúrgica, automotriz y textil instalada en Porto y Braga, facilitando exportaciones hacia más de 185 mercados internacionales. Portugal también cuenta con puertos clave como Setúbal y Lisboa, que complementan la red logística integrada del país y potencian el comercio exterior.
En el transporte aéreo, Portugal dispone de aeropuertos internacionales de alta conectividad, especialmente Lisboa, Porto y Faro, con rutas directas hacia Europa, Estados Unidos, Brasil, Canadá, África y Medio Oriente. Estas conexiones fortalecen el comercio, el turismo internacional y la movilidad empresarial, facilitando la entrada de capital, talento e inversión extranjera.
Además, Portugal está integrado en los Corredores Ferroviarios Europeos Atlántico y Mediterráneo, lo que permite conexiones eficientes para mercancías entre los puertos atlánticos y los principales centros industriales de España, Francia, Alemania, Benelux e Italia. Este acceso ferroviario multiplica las ventajas de Portugal como plataforma logística y centro de distribución para operaciones regionales y globales.
Para inversionistas, Portugal ofrece un entorno logístico altamente competitivo, conectado a los principales corredores comerciales del mundo, con infraestructura moderna, acceso simplificado al mercado europeo y oportunidades crecientes en energías limpias, data centers, manufactura avanzada, almacenamiento y tecnología aplicada a la cadena de suministro. En un contexto donde la relocalización y la eficiencia logística son factores clave, Portugal emerge como un hub estratégico y de alto valor para operaciones globales.
Potencia europea en energías renovables
Portugal se ha consolidado como uno de los líderes europeos en energías renovables y transición energética, posicionándose como un referente en generación limpia, innovación tecnológica y desarrollo de proyectos sostenibles a gran escala. Este avance se apoya en una combinación de políticas públicas, inversión privada, acceso a fondos europeos y condiciones geográficas favorables para tecnologías como la solar, eólica, hidráulica, hidrógeno verde y almacenamiento energético.
En 2023, el 61 % de la electricidad generada en Portugal provino de fuentes renovables, una de las cifras más altas de Europa, según la Agencia Portuguesa de Energía (ADENE). El país avanza hacia su objetivo de alcanzar 80 % de generación renovable en 2030, impulsado por megaproyectos solares, parques eólicos onshore y offshore, almacenamiento con baterías e hidrógeno verde competitivamente producido gracias a su abundante recurso solar y su infraestructura portuaria.
El Puerto de Sines se ha convertido en un hub estratégico para el desarrollo del hidrógeno verde y energías limpias, atrayendo inversiones internacionales para la producción, almacenamiento y exportación hacia Alemania, Países Bajos y otros mercados europeos. Portugal, junto con España, forma parte del corredor del hidrógeno europeo (H2Med), que será clave para el suministro energético del continente.
Además, el país ha diseñado un entorno favorable para la inversión, ofreciendo subastas competitivas, incentivos fiscales, contratos PPA, facilidades regulatorias y acceso a fondos de la Unión Europea, especialmente del programa NextGenerationEU y del Fondo de Transición Justa. Portugal está atrayendo empresas de Estados Unidos, Alemania, Francia, Japón y Emiratos Árabes Unidos interesadas en almacenamiento energético, electrificación industrial, tecnologías verdes, biocombustibles y movilidad sostenible.
Para los inversionistas, Portugal representa una plataforma estratégica para desarrollar proyectos renovables con proyección internacional, acceso asegurado al mercado europeo, estabilidad regulatoria, infraestructura avanzada y talento especializado. El país no solo genera energía limpia, sino que también exporta tecnología, servicios y soluciones sostenibles, consolidándose como una potencia europea en energías renovables y tecnologías verdes.
Calidad de vida, seguridad e imagen país
Portugal se posiciona como uno de los destinos más atractivos del mundo para vivir, invertir y desarrollar proyectos corporativos de largo plazo, gracias a su combinación de seguridad, estabilidad institucional, infraestructura moderna, clima favorable y alta calidad de vida. Estos factores han impulsado la llegada de inversión patrimonial, residencial, turística y tecnológica, así como de profesionales internacionales, nómadas digitales y ejecutivos de multinacionales.
Según el Global Peace Index 2024, Portugal se ubica dentro del Top 10 de los países más seguros del mundo, superado únicamente por países como Islandia, Irlanda y Dinamarca. Este entorno seguro, sumado a su estabilidad política y social, genera confianza para la instalación de fondos internacionales, oficinas corporativas y centros de servicios globales.
La calidad de vida es uno de sus principales activos: Portugal figura entre los mejores países para vivir, trabajar e invertir según los rankings de Expat Insider, Henley Partners y Numbeo, destacando en bienestar, sanidad pública (SNS), movilidad, vivienda, conectividad digital y sostenibilidad ambiental. Ciudades como Lisboa, Porto, Cascais y Braga se han posicionado como polos de innovación, turismo premium y atracción de talento global.
Esta reputación favorable también ha impulsado el desarrollo del turismo premium, inversión inmobiliaria y residencias estratégicas, con un incremento de compras de propiedades por parte de extranjeros, fondos de inversión y family offices. Además, programas como el Visa D7, Golden Visa y NHR (Non-Habitual Resident) han atraído perfiles de alto patrimonio, emprendedores, investigadores y profesionales remotos.